El aceite de hígado de tiburón es rico en vitaminas A y D y en ácidos grasos esenciales, especialmente omega 3. El aceite de hígado de tiburón es rico también en alquigliceroles que se encuentran en la leche materna y en la médula ósea.

Suplementarse con AKGs, con las cápsulas de aceite de hígado de tiburón, eleva la reacción inmunológica no específica de nuestro sistema inmune.